Internet imparable

A nadie sorprenderá la noticia, pero no por ello debemos dejar de señalarla. El último Estudio General de Medios (EGM) vuelve a demostrar una vez más el crecimiento imparable de Internet en comparación con el resto de medios “tradicionales”, con un 34,3 por ciento de los españoles conectados a la Red de redes. A este paso, y de continuar la crisis económica general y la de la prensa escrita en particular, veremos sin duda cómo en los primeros meses de 2010 es superada la audiencia que los diarios ostentan en la actualidad, con un porcentaje que ha caído del 42,1 al 39,8 en el último año.

Este aumento en la penetración en los hogares españoles viene siendo acompañado por un incremento paralelo de los ingresos publicitarios en este medio, que para el año que está a punto de llegar se prevé cercano al 8 por ciento. Un dato interesante teniendo en cuenta que los anunciantes son conscientes cada vez más del potencial de Internet. Tanto es así que la European Interactive Advertising Association, a través de su “EIAA Marketer’s Internet Ad Barometer 2009”, ha puesto de manifiesto como el 90 por ciento de los empresarios está dispuesto a incrementar sus inversiones en el medio online. Muy probablemente porque un 75 por ciento de los entrevistados durante 2009 consideran que ha valido la pena.

Y esto es sólo el principio. Teniendo en cuenta la situación de crisis en la que estamos sumidos y de la que parece que nuestro país aún tardará en salir, los datos de crecimiento de Internet son sin duda una buena noticia. Lo que cabría preguntarse ahora es cuanto tiempo más tardará el universo online en “engullir” al sector de la prensa escrita y comenzar a acercarse a radio y televisión. ¿Primer trimestre de 2010? ¿Finales del próximo año? Hagan sus apuestas.

Las empresas españolas, o cómo dirigirse a lo digital (algún día)

La noticia tiene un par de meses, pero desde que la leí no he podido dejar de pensar en lo que este dato representa. Tal y como titulaba ABC, “El 95% de las empresas españolas no se ha adaptado a los medios digitales”. Fuerte, ¿eh? El noventa y cinco por ciento… casi nada. Y el caso es que tampoco me sorprende. Hoy en día, en pleno siglo XXI, con la velocidad a la que se mueve el entorno digital y las nuevas aplicaciones y utilidades que surgen casi a cada instante… no me sorprende en absoluto que en España sólo un cinco por ciento de las empresas sean realmente conscientes y se hayan puesto manos a la obra para desarrollar estrategias de comunicación basadas en el entorno online. Y no sé qué es más triste, la verdad. Si el dato en sí demoledor, o el hecho de que probablemente habrá otros muchos como yo que, ante noticias como ésta y sabiendo cómo está el percal en nuestro país, encojan los hombros con resignación y digan “pues sí…”.


Y es que este estudio, realizado por Oak Power Comunicación, demuestra que las relaciones con los medios digitales son muy escasas y necesitan una importante conversión. Seguimos pensando en lo tradicional, en el papel de toda la vida, en la radio y la televisión, olvidándonos de que ahí fuera (o más bien, aquí dentro) hay todo un universo no sólo de periódicos digitales, sino también de bloggers expertos en diversas materias, de portales de noticias, twitts, etc. ¿Deben las empresas mantener con un blogger especialista en economía la misma relación que con Expansión? ¿Sirven las notas de prensa tradicionales, pensadas para el día siguiente, para ser publicadas en un portal de noticias de forma inmediata y en espera de más información? ¿Utilizaríamos los mismos titulares para publicar en un periódico y en Twitter?


María Asenjo, socia mayoritaria de la empresa responsable de este estudio, destaca del mismo las siete claves que ellos consideran imprescindibles para llevar a cabo una correcta comunicación con el entorno digital, y que me gustaría comentar con vosotros. Son las siguientes:


1. “Información inmediata”. Sin ninguna duda, todos coincidiremos en que la inmediatez de Internet, superior a la de cualquier otro medio, es un factor clave que no podemos pasar por alto. Los medios online se diferencian de los analógicos precisamente en esto, en la velocidad a la que publican contenidos. Es de entender, por tanto, que para que pueda darse esta rapidez en el flujo de información hacia el exterior, el que le llegue a ellos deba ser igualmente veloz.


2. “Flujo de información más intenso”. Desde mi punto de vista, abierto a interpretación. Seguro que muchos conocemos la otra cara de la moneda de este proceso: la situación del periodista que ve cómo le llegan al día doscientos emails con sus tantas notas de prensa. Muchas de ellas probablemente de la misma fuente o de dos o tres ligadas entre sí y remitiendo por tanto, si no exactamente la misma información, una muy parecida con cambios sin apenas relevancia. Muchas empresas, en su afán por ver publicados sus contenidos, piensan que por remitirlos varias veces con una o dos modificaciones llamarán más la atención y lograrán un espacio. Lo que no piensan es que al encargado de publicar esa información le están haciendo perder un tiempo precioso, contradiciendo así la primera de las claves que viene definida por la inmediatez. Así pues, ¿flujo de información más intenso? Yo diría que sólo cuando una empresa posea realmente un volumen alto de noticias novedosas.


3. “Información más concentrada y ordenada”. Totalmente de acuerdo. La inmediatez de la que ya hemos hablado no se alcanza de la nada. Es necesario, desde las empresas, hacer todo lo posible por facilitarla, y el aportar una información bien estructurada y condensada en lo que realmente se quiere transmitir ayuda mucho a su interpretación.


4. “Departamentos de comunicación de respuesta inmediata”. Pues sí pero, ¿acaso no debe ser esta respuesta igualmente inmediata hacia los medios analógicos? Este punto en concreto es uno de los que veo tan necesarios en un ámbito como en otro y en cualquier situación. Si la demanda de información desde los medios se hace para pedir más datos, porque es necesario disponer de ellos y comunicarlos cuando se nos solicitan. Y si es porque ha surgido una crisis… ¡más aún! En estos casos el silencio genera incertidumbre, y la incertidumbre da lugar a rumores que difícilmente van a ir en beneficio de la empresa. Dar la callada por respuesta es, por tanto, un error que desde mi punto de vista habría que evitar, manteniendo un departamento de comunicación que sepa cómo reaccionar ágilmente ante cualquier situación.


5. “Transparencia total”. Igual que en el punto anterior, mi opinión es que la transparencia no depende del medio, sino que está sujeta al fin, que es publicar una información determinada. Que se haga en noticias.com, en Twitter o en El País no cambia el hecho de que los datos que estamos ofreciendo tienen que ser transparentes, y que no podemos jugar con medias tintas.


6. “Carga informativa clara”. Mucho ojo con esto. Si bien es cierto que Internet separa ya con bastante facilidad el grano de la paja, no lo es menos que esto también ocurre en los medios tradicionales. Pero hay una diferencia sustancial que muchas empresas harían bien en grabarse a fuego para evitar quebraderos de cabeza, y es la siguiente. Si una compañía trata de colar publicidad en la prensa escrita, pretendiendo hacerla pasar por información, lo peor que conseguirá será que ignoren su comunicado y que los dos o tres siguientes sean mirados con recelo. Pero si trata de hacer lo mismo con un blogger… lo peor no será que éste mande la falsa nota de prensa a la papelera de reciclaje, sino que decida escribir un post comentando cómo la empresa X se dedica a hacer envíos de publicidad ocultos bajo informaciones falsas. Y si esto ocurre, esperemos que al menos el punto 4 lo tengan bien aprendido, porque van a necesitar grandes esfuerzos de un departamento de comunicación especializado en situaciones de crisis…


7. “Contenidos cuidados al máximo”. Al igual que con el punto 5, creo que los contenidos deben ser siempre de alta calidad, estar bien revisados y no contener errores o datos que lleven a una mala interpretación. No se me ocurre ninguna razón por la que la información destinada a los medios electrónicos deba ser más cuidada que la que enviamos a los diarios tradicionales.


En resumen, las empresas españolas necesitan un cambio de mentalidad en la manera en que se dirigen a los medios electrónicos. Algunos de estos pasos serán cuestión de tiempo y vendrán por sí mismos (aunque ya vayan dándose tarde), otros necesitarán del ejemplo de otras empresas que comiencen a hacer los deberes bien y a ver resultados. Sea como sea, esperemos que nuestro tejido empresarial se dé cuenta, y pronto, de que las reglas del juego en Internet no son las mismas, actuando en consecuencia.

Nuevas profesiones en la Web 2.0

Hombre, de entre 24 y 30 años, apasionado de las nuevas tecnologías, con amplia experiencia en la Web 2.0, sobrados conocimientos en redes sociales, blogging, podcasting... Y un alto nivel de inglés. A grandes rasgos, éste es el perfil del nuevo gurú que algunas empresas españolas comienzan a buscar, tímidamente, para incorporar a sus plantillas. Profesionales, con titulación específica o sin ella, pero con un alto grado de motivación y en continuo proceso de reciclaje; capaces de adaptarse a los cambios casi diarios que las nuevas tecnologías e Internet plantean al universo empresarial.


Desde diseñadores gráficos y licenciados en Bellas Artes, hasta informáticos con conocimientos en posicionamiento web. Pasando -lo que a nosotros nos resulta sin duda mucho más interesante- por periodistas y relaciones públicas capaces de convertirse en los nuevos Community managers: verdaderos gestores de comunidades sociales capaces de cargar sobre sus espaldas todo el peso de la comunicación que genera la Web 2.0. Expertos en marketing online y comunicación corporativa, maleados al fuego de un continuo proceso de cambio en el que no sólo ya se han visto inmersos, sino del que probablemente no saldrán durante toda su carrera profesional.


El nombre suena atractivo, ¿verdad? Y puede que incluso muchos adeptos a las redes sociales piensen que, por revisar su Facebook cinco veces al día o postear cada quince minutos en Twitter, serían candidatos válidos a ocupar un puesto de estas características. Nada más lejos de la realidad. Los Community managers tienen que ser mucho más que eso: versados en el desarrollo de planes de marketing muy enfocados al entorno virtual, sus habilidades de comunicación serán determinantes para el correcto desarrollo de la estrategia online de la empresa, para la cual será necesario el uso de todo el potencial que las herramientas nacidas de las nuevas tecnologías ponen a nuestra disposición.


En cualquier caso, ¿estamos hablando de una verdadera profesión de futuro o de una moda pasajera fruto de los avances tecnológicos? ¿Ocuparán estos expertos la próxima generación de directores de marketing y comunicación en las empresas del mañana, o serán sólo la sombra de una época en la que se maximizó la importancia de redes sociales y entornos virtuales participativos? Sin duda, las propias compañías españolas tendrán mucho que decir al respecto, y dependerá del tiempo que tarden en darse cuenta de que su presencia en Internet hace mucho que no se sostiene con una simple página web.

Personalice su periódico con Google

Tenía que ser Google. El gigante de los buscadores que continúa incansable derribando los muros que separan el universo offline del online, vuelve a saltar a la palestra con una aplicación nueva. Y esta vez, además, lo hace de la mano de aquellos con quienes últimamente más entraba en conflicto: los medios de comunicación norteamericanos.


Fast Flip es el nombre de la nueva utilidad, y su finalidad la de ofrecer a los internautas, a través de una interfaz sencilla y muy visual, una panorámica de lo que los principales medios están abordando en este preciso instante. Su diseño, pensado especialmente para contribuir al aumento del tráfico de lectores hacia éstos, ha atraído ya a 36 grandes grupos de comunicación estadounidenses, entre los que no podían faltar los poderosos The New York Times Company y The Washington Post. Y no sólo se prevé que éstos aumenten en los próximos meses, sino que también lo haga la aplicación más allá de las fronteras de los EE.UU.


Habrá que esperar para ver si funciona, por supuesto. De momento ya tiene sus seguidores y sus detractores, como resulta lógico y, por otro lado, sano. Algunos ven una iniciativa de Google por calmar a los medios que ya llevan tiempo de uñas contra su laboratorio: para ello se compartirán los ingresos que la nueva aplicación genere a través de la publicidad contextual. Otros, en cambio, ven en Fast Flip una herramienta útil cuyo futuro dependerá de la cantidad de medios que encontremos en ella, así como de las capacidades que ofrezca su desarrollo.


A mí la primera toma de contacto no me ha defraudado. ¿Qué opináis vosotros?

Érase una vez otra vida...

Nació como una revolución, prometiendo un futuro de interacción nunca visto hasta entonces en la red. Creció como un torbellino, arrasando en los medios de comunicación y en las empresas que querían ser pioneras. Y ahora se resiste a morir, a pesar de que si alguna vez tuvo éxito son pocos los que realmente lo han aprovechado. Second Life, el mundo virtual en el que todo era posible, ha ido viendo progresivamente cómo los 15 millones de avatares registrados en su sistema han caído poco a poco hasta los 500.000 usuarios más o menos fieles, de los que con suerte coinciden 90.000 conectados a la vez.

¿Por qué no ha conseguido despegar del todo este universo paralelo que ofrece innumerables posibilidades de interacción? Algunos dicen que nunca fue más que una estrategia de marketing y que, tras el bombazo inicial y la “mordida de anzuelo” de empresas e instituciones, el castillo de naipes fue cayendo por su propio peso ante la falta de usuarios realmente dispuestos a pensar en SL como algo más que una moda.
Otros, sin embargo, consideraron desde sus inicios a esta plataforma virtual como el germen de algo más grande: el comienzo de una forma de utilizar la red completamente diferente y que, en el futuro, evolucionará hacia algo mucho más sólido, útil y eficaz.

Quizás sea sólo eso: un problema de enfoque de las empresas que hasta ahora creían que SL crecería tan rápido como Internet, entendiendo que su supervivencia dependería de estar o no estar en el
metaverso. Y a lo mejor en unos años es así, pero lo cierto es que a día de hoy el universo virtual de Linden Lab no ha cumplido las expectativas que se crearon con su nacimiento, y el dinero que las empresas han invertido en publicitarse dentro del espacio infinito de esta segunda vida todavía no ha dado beneficios. ¿Los dará algún día? Clare Rees, Directora de Marketing de SL en Europa, dijo hace apenas un mes que el problema radica en que muchas compañías comenzaron sus andanzas en el mundo virtual tal y como lo hicieron en su día en Internet: creando un espacio y sentándose a esperar que los clientes llegaran por sí solos. Se olvidaron de darle valor, de crear un contenido atractivo y de entender la auténtica filosofía del sistema en el que se estaban implantando.

Parece que ahora, aunque el número de usuarios de otras redes sociales sea aplastantemente superior, las entidades que aún no han huido de SL comienzan a cambiar el chip, asimilando esta idea y esforzándose en tener algo más que un bonito edificio de oficinas virtual en una isla privada de ensueño. Concedámosle a esta otra vida unos años más, a ver qué pasa: si finalmente todo queda en tocomocho marketiniano o si, por el contrario, en un futuro no muy lejano miraremos atrás y nos reiremos de los inicios del metaverso primitivo que ha terminado cambiando para siempre el concepto de las relaciones sociales en Internet.

The Future of Media

El video es antiguo, hace dos años que cuelga de YouTube, pero su mensaje sobre la evolución de los medios de comunicación resulta interesante. Hoy en día decir que Internet ha cambiado el mundo no es ninguna exageración. Que alguien trate de imaginarse, en caso contrario, cómo sería volver a trabajar sin disponer de email; de la inmediatez con la que la red de redes provee de información a empresas y particulares; de la conectividad mundial instantánea que facilita y mejora las relaciones internacionales…

Paralelamente a este cambio en la forma de acceder a la información se produce, de manera inevitable, una modificación en los individuos, que pasan de ser simples consumidores de datos a convertirse en protagonistas y generadores de contenidos. Wikipedia, YouTube, Flickr, Menéame, Facebook, Twitter, SlideShare o los blogs son sólo algunos de los máximos representantes de esta nueva sociedad de la Información que, en realidad, ya no es tan nueva, porque viene creciendo imparable desde que Internet naciera en la década de los 80.

Hemos asistido, durante todo estos años, a un importante giro en nuestras herramientas de trabajo, en la forma en que se llevan a cabo las relaciones sociales y, paralelamente, en los modos de vida a los que estábamos acostumbrados. ¿Hacia dónde nos conduce esto? Como podréis ver en el video algunas opiniones van muy lejos (literalmente) pero, ¿de qué forma seguirá evolucionando Internet en el futuro y cómo nos afectará eso? Quizás esta pequeña videocreación no nos dé respuestas “realistas”, pero sin duda nos hará pensar en lo que está por venir. ¿Qué os parece?



Pito pito gorgorito...

Un culebrón con final adelantado. Eso es lo que la nueva ley destinada a suprimir la publicidad en TVE está resultando para el Gobierno, ya que nadie está satisfecho con lo puesto sobre el papel. Televisiones privadas (con menos fuerza) y telecos se opusieron a la implantación de un canon destinado a compensar el reparto de la tarta publicitaria, pero después de mucho protestar, con incluso un detallado informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones resaltando lo arbitrario de la medida de por medio, parece que al final pagaremos justos por pecadores y, como siempre, será el consumidor final el que termine sufriendo los vaivenes del mercado.

Y es que los responsables de la CMT y la Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de España (AETIC) ya han advertido que la imposición de esta tasa “podría obligar” a las empresas a
trasladar este incremento al usuario final, que al fin y al cabo ni tiene la culpa de que el Gobierno quiera eliminar la publicidad de TVE, ni ha señalado con el dedo al sector de las telecomunicaciones. O sea, que nuestros políticos juegan al “pito pito gorgorito” con la financiación televisiva y el resultado es que nosotros pagamos la entrada al espectáculo. Tiene toda la pinta de que así va a ser, y mucho cambian las cosas o qué nos apostamos a que pasados unos meses de que el nuevo modelo de televisión pública entre en marcha ciertas tarifas de telefonía y/o Internet pegan un saltito como quien no quiere la cosa, obligando al televidente a rascarse el bolsillo una vez más para pagar un canal de la caja tonta que, dicho sea de paso, como no se espabile en ofrecer contenidos atractivos va a sufrir un descalabro de audiencias de aúpa. Sin deportes, con los estrenos de cine (que ya de por sí eran escasos) limitados y parte de su financiación dirigida a programas de contenido político e información corporativa de la Unión Europea, en TVE no se enteran de que lo que gusta en España es el sensacionalismo, el cotilleo y los realities, todo lo cual estará vetado en el nuevo modelo de televisión pública.

Viendo lo que se nos viene encima, y con algunas privadas comenzando ya a
tantear las emisiones de pago para la futura TDT, cabe preguntarse si en Televisión Española volverán al menos a programar culebrones como los de antaño. Si no es así, con hacer un resumen de esta historia seguro que da para algo suficientemente esperpéntico.

Siete ideas para hacer frente a la mala imagen en la Web 2.0

Que las redes sociales son una herramienta de trabajo para las empresas y una porción del mercado hacia la que volver la vista no lo discute, a estas alturas, prácticamente nadie. Que además pueden pasar de ser un poderoso aliado a una de tus peores pesadillas lo saben muy bien, desde hace un par de semanas, los dirigentes de Amazon que de la noche a la mañana y ante lo que calificaron posteriormente de “error interno” vieron desaparecer de sus listados ciertos libros de temática homosexual, generando casi de inmediato una ola creciente de comentarios y quejas que recorrió la blogosfera y Twitter.

Si Amazon tiene o no razón en sus disculpas no es lo que me interesa comentar en este post. Por el contrario, la fuerza y la rapidez con las que la Web 2.0 es capaz de transmitir las denuncias de sus usuarios sí me parece un motivo de reflexión. No cabe duda de que las posibilidades de comunicación que nos brindan las redes sociales superan todo lo descubierto hasta ahora, abriendo camino a una nueva sociedad en la que todas las voces serán más fácilmente escuchadas. A las empresas se les impone por tanto concienciarse definitivamente de que la forma de atender al público ha cambiado, y de que sus clientes son ahora en muchos casos (y cada vez más) usuarios bien informados en contacto directo unos con otros. ¿Cómo actuar, pues, cuando un fallo o una acción premeditada generen un feedback negativo hacia la marca? Desde aquí me atrevería a sugerir algunas medidas.

1. Sondear la Web 2.0: ninguna empresa que quiera beneficiarse del uso de los blogs y las redes sociales puede utilizarlos sin estar al tanto de los temas que se tratan en ellos y de cómo interactúan sus usuarios. Mantenerse informado es una forma de que, cuando llegue el error, seamos capaces de prevenir ciertas reacciones y comenzar a trabajar en su solución adoptando las medidas de comunicación más correctas y eficientes.

2. Participar en la comunidad: estar informado de lo que se cuece es imprescindible, pero además no vendría nada mal situarse junto al cliente y tratar de entenderlo en el día a día. No se trata de obcecarse con el propósito de vender, vender y vender, sino de utilizar los medios al alcance de cada empresa para escuchar a sus clientes más fieles y a los que pueden llegar a serlo, pero también (y lo que es más importante) a aquellos otros que no son devotos de nuestra marca y, por tanto, nos ofrecerán con sus críticas muchas posibilidades de mejorar en lo que hacemos.

3. Analizar el impacto: si a pesar de lo anterior la empresa comete un fallo en un momento determinado, o un cliente insatisfecho logra crear polémica en torno a una acción, producto o servicio, habiendo hecho los deberes en el seguimiento de la blogosfera y las redes sociales será capaz, al menos, de conocer en cierta medida el alcance de sus daños. Llegar a saber hasta dónde se extiende la ola de comentarios negativos y sus fundamentos será muy útil para ejercer posteriormente las correcciones oportunas.

4. Dar una respuesta rápida: muy, muy rápida. Eso no significa que haya que decir cualquier cosa para salir del paso. Todo lo contrario. Conviene analizar la situación, identificar el foco de la crisis y estudiar cuál es el verdadero origen del descontento que se ha causado alrededor de la marca con el objetivo de ofrecer una explicación lógica y convincente. Pero hay que hacerlo en un tiempo récord. El principal problema de Amazon en lo ocurrido hace un par de semanas es que su respuesta fue tardía y más que dudosa, lo cual contribuyó a generar aún más incertidumbre y, por tanto, mayores críticas en la web.

5. Reconocer los propios errores: si nos hemos equivocado… nos hemos equivocado. Y punto. Las empresas no son perfectas, entre otras cosas porque están dirigidas por personas y las personas cometen errores a menudo. Intentar tirar “palante” con lo que sea simplemente por miedo a reconocer un fallo significa automáticamente cometer uno aún más grande, que puede tener consecuencias garrafales para la imagen de marca entre otras cosas porque transmite una sensación de soberbia, ineptitud y cerrazón. Un cóctel que difícilmente van a digerir bien los usuarios de la Web 2.0, que esperan todo lo contrario de nosotros.

6. Resolver la situación: hemos sondeado la web, participamos a menudo en ella, conocemos el impacto negativo que ha generado determinada acción y hemos respondido rápida y eficazmente en primer término reconociendo nuestro error, si lo hubiera. Ahora queda solucionarlo adoptando las medidas necesarias para demostrar no que queremos salir del paso, sino que realmente estamos comprometidos a mejorar nuestras actividades basándonos en la opinión generada.

7. Ofrecer un feedback positivo: en la Web 2.0 es donde empezó todo, y ahí donde debe acabar. Demostrar ahora que hemos aprendido de nuestro fallo o que hemos sabido escuchar a nuestros clientes para mejorar una determinada línea de trabajo será una acción positiva de la que sacaremos beneficio. Como dijimos al principio, las redes sociales y los blogs pueden ser tan perjudiciales como beneficiosos para la imagen corporativa. Del uso que les demos y de nuestra capacidad de entender a sus usuarios dependerá que se conviertan en lo uno o lo otro.

Un mundo feliz, por Absolut

Son dos abrazos con un beso y medio. Es lo que podría costar, por ejemplo, una entrada de cine si en el mundo se pagara con afecto en lugar de con dinero, tal y como idealiza Absolut Vodka en el último spot de su campaña In An Absolut World. Original e imaginativo, carismático y utópico, el anuncio “Hughs” sigue la línea de creatividad que ya caracteriza a la marca y nos vuelve a presentar un mundo ideal en el que las cosas son como deberían ser.

Una pena que todo quede en fantasía. Seguro que muchos de vosotros, como yo, estaríais dispuestos a abrazar lo que hiciera falta al dependiente de una Apple Store a cambio de un iPhone 3G...


Biblioteca Digital Mundial: nueva fuente de conocimiento global

Facilitar el acceso a un conocimiento global, multicultural y gratuito más allá de intereses e interpretaciones políticas. Con ese objetivo comenzó a gestarse en 2005 la Biblioteca Digital Mundial, que será presentada el próximo 21 de abril en París y que ha sido desarrollada por la Unesco y una red de más de 30 instituciones asociadas, con el apoyo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y su máximo responsable, James H. Billington.

Casi cuatro años de desarrollo de un proyecto a través del cual se pretende ofrecer contenidos únicos de elevado interés educativo y cultural, que gracias a su gratuidad faciliten el acceso al conocimiento a millones de personas en todo el mundo contribuyendo de este modo a fomentar el diálogo intercultural y el entendimiento internacional entre los diferentes países. Para ello, además, la futura Biblioteca Digital Mundial se ofrecerá en múltiples idiomas, comenzando por el inglés, español, francés, portugués, árabe, ruso y chino, pero incorporando también contenido adicional en otras muchas lenguas.

Todo un magno proyecto que ofrecerá a los internautas acceso ilimitado a materiales excepcionales y raros; textos tales como libros, manuscritos o mapas, pero también de carácter más audiovisual entre los que se podrán encontrar partituras musicales, grabaciones sonoras, fotografías o películas, provenientes de instituciones culturales, bibliotecas y fundaciones de todo el mundo, y a las que esperamos se sigan sumando muchas más próximamente.

Y es que si bien la idea de constituir
una biblioteca digital no es en sí novedosa (existen desde hace años instituciones españolas y extranjeras que desarrollaron las suyas), la próxima puesta en funcionamiento de esta iniciativa promete ser un compendio de todas ellas, aunando en una única web contenidos digitalizados de múltiples orígenes. En España ya tenemos el maravilloso ejemplo de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que desde 1999 ilumina la red de redes con el objetivo de difundir por todo el mundo la literatura hispanoamericana, participando además en el Proyecto MultiMatch con el que se pretende aunar el patrimonio cultural europeo a través de la creación de un buscador multimedia multilingüe.

En una época en la que los soportes físicos parecen estar en decadencia y lo digital tiende a imponerse en muchos ámbitos, no podemos más que alegrarnos de que proyectos como éstos sigan enriqueciendo fuentes de conocimiento globales, sin límites de consulta ni horarios de apertura o cierre, democratizando así el acceso a la cultura y facilitando las tareas educativas y de investigación veinticuatro horas al día, siete días a la semana.

La situación de la prensa de papel (mojado)

Expedientes de Regulación de Empleo, caída de la inversión publicitaria, cierre de cabeceras, fusiones entre ediciones en papel y online. Son los efectos más notables que la crisis económica está ejerciendo sobre la prensa escrita no sólo en nuestro país sino en todo el mundo, y que está trayendo de cabeza a un sector que no para de solicitar ayudas gubernamentales que le permitan superar esta traumática situación.

Por el momento y afortunadamente, la cosa no está llegando al nivel de lo que
ocurre en los EE. UU., donde hay cabeceras históricas cerrando casi cada semana y ciudades que temen ver desaparecer diarios centenarios, con el agua de las pérdidas al cuello. Es quizás por eso por lo que la pasada semana pudimos leer ya propuestas de acción sorprendentes en este país. Los demócratas, haciendo bueno el dicho de que “situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas”, se han lanzado a promover una iniciativa legislativa encaminada a transformar los periódicos al borde de la desaparición en organizaciones sin ánimo de lucro, gracias a lo cual se beneficiarían de reducciones fiscales a cambio de limitaciones en su orientación política. El debate está servido. ¿Salvar a la prensa a cambio de limitar su expresión o dejarla morir libre? ¿Seguir ofreciendo los contenidos digitales gratuitos o comenzar a cobrarlos, a pesar de que ya se descartó esta medida por ineficaz hace diez años?

En España, la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) deja entrever que
las cosas no van nada bien y los principales diarios nacionales resultan tocados mes tras mes, lo que ha llevado a las asociaciones de prensa a solicitar ayudas gubernamentales que posibiliten no ya que nuestras cabeceras sigan manteniéndose vivas, sino que puedan continuar ofreciendo información de calidad que no se vea alterada por la crisis. Crisis que amenaza con volver el futuro de los diarios bastante negro, haciendo que algunos posen la vista en Internet y los medios online culpándoles una vez más de lo que le pasa a los rotativos de papel. Afortunadamente otros muchos se convencen cada día de que la solución no es demonizar lo digital, sino estudiar la situación para evolucionar en el mercado y ofrecer a los lectores un producto por el que realmente estén dispuestos a rascarse el bolsillo. Incluso con la que está cayendo.

Actualización 31/marzo/2009 – 17.18: leemos en el ABC que el Gobierno británico pide ayuda a la BBC y sus centros regionales para que colaboren con las ediciones locales de prensa, que han visto cerrar ya a unas cuarenta cabeceras desde el inicio de la crisis. Entre las medidas propuestas desde el Ministerio de Cultura se cuentan la creación de sociedades público-privadas, a través de las cuales los pequeños diarios y semanarios británicos podrían utilizar los contenidos audiovisuales de la cadena televisiva en sus propias webs, la reducción de las restricciones a la fusión entre estos periódicos y el aumento de la inversión publicitaria por parte de la Administración en sus páginas.

Skype y Nokia asustan a las telecos

Si pretendían meterle el miedo en el cuerpo a las compañías de telecomunicaciones, con plena crisis de por medio y sin anestesia, sin duda lo han conseguido. Skype continúa ganando adeptos cada día y amenaza con revolucionar el mundo de la telefonía móvil, sobre todo desde que Nokia anunció el pasado mes de febrero que incluirá esta aplicación para realizar llamadas gratuitas con sus terminales a finales de 2009.

La noticia ha sentado como un verdadero jarro de agua fría en el sector de las telecos, donde varias compañías se han apresurado a defender sus intereses contraatacando con otra medida: si Skype y Nokia siguen adelante con sus planes de hacer factible un servicio de llamadas y mensajes gratuitos o a bajo coste, los terminales que incluyan esta posibilidad no serán subvencionados. ¡Ouch! Pagar los alrededor de 600 euros (o más) que puede venir a costar el nuevo
Nokia N97 son palabras mayores pero… ¿y si a cambio nos ahorramos dinero en llamadas y mensajes a lo largo de la vida útil del terminal?

Y es que si algo está claro es que Internet, Skype y otras aplicaciones que integran las posibilidades que ofrecen varios servicios de mensajería instantánea están obligando a evolucionar a la telefonía.
Fring es un buen ejemplo de ello: un software que puede ser descargado al móvil y desde el que podemos acceder no sólo a Skype, sino también a otros muchos programas como Messenger, AIM o ICQ, iniciando así conversaciones de chat o llamadas sin coste o a un precio muy inferior al de cualquier operadora.

Con este panorama y viendo la aventura a la que se lanzan Nokia y Skype, podríamos pensar que la actual época de crisis favorece el cambio. Pero, ¿cómo reaccionará el sector? ¿Ganarán el pulso las grandes operadoras o, por el contrario, Internet volverá a alzarse como
el paradigma de la libertad y contribuirá a maximizar el acceso gratuito o a menor coste a los servicios telefónicos? Sirva como reflexión esta posibilidad: en España, donde la banda ancha sigue siendo cara y pobre en calidad, ¿servirá esta iniciativa para que las operadoras se decidan a lanzar verdaderos planes de conexión a Internet a velocidades reales y precios decentes? Quizás suene a utopía pero… que bueno sería si las telecos cambiaran su modelo de negocio y se orientaran a partir de ahora a los servicios de banda ancha en el móvil y no al cobro de transmisión por datos y voz. O al menos al lanzamiento de tarifas planas, sin letra pequeña, como las que se disfrutan desde hace tiempo en otros países.


Una ola llamada “redes sociales”

Que las redes sociales están de moda es algo que ya nadie puede negar. La Web 2.0 ha supuesto una revolución tanto en el tipo de contenidos como en la forma de interactuar con ellos, y el fenómeno iniciado por las ya archiconocidas MySpace, Facebook o Tuenti ha venido para quedarse. Y no sólo eso. Es que en realidad está arrasando.

Según el último estudio de la
Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) más del 50% de los internautas españoles poseen perfiles en alguna red social, siendo Facebook y Tuenti las que se llevan la palma en nuestro país. No debe extrañarnos por tanto que ambas hayan pasado, en poco más de un año, de ocupar los puestos 72 y 159 del ranking de páginas web a entrar en el “top ten” del surfeo digital, aupándose a las posiciones octava y décima respectivamente. Son muchos escalones los que han trepado en Internet…

Compartir aficiones, fotografías o videos; hacer nuevos amigos o mantener la relación con los que ya tenemos; estar informado sobre eventos privados, fiestas y celebraciones; realizar contactos laborales e intercambiar experiencias de negocio… Son sólo algunas de las razones esgrimidas por el usuario “veterano” de cualquiera de estas redes, que según el mismo estudio las utiliza a diario y representa casi el 15% de los que mantienen vivo un perfil, accediendo a él no sólo a través del ordenador sino incorporando además
nuevos elementos de conexión, como teléfonos móviles, videoconsolas o PDAs.

¿Seguirán por tanto, y como apuntan las perspectivas, creciendo estas aplicaciones? ¿Qué otras opciones se lanzarán a ofrecer en un futuro próximo? Por el momento ya
podemos leer que Facebook aspira a dar un paso más allá, convirtiéndose en toda una central de medios capaz de permitir a sus usuarios la actualización de contenidos a través de páginas de terceros, acceder a opciones u opiniones de compra, valorar la publicación de anuncios y marcas e, incluso, gestionar el intercambio de información entre la propia plataforma y los dispositivos móviles, complementando de este modo nuestra agenda telefónica y nuestra lista de amigos.

Sin duda todo un variado ramo de opciones interesantes de cara al usuario y, por supuesto, también para las empresas, que contarán con un feedback directo sobre su publicidad y,
si no vigilamos las medidas de privacidad, también con nuevas posibilidades de acceso a nuestros datos. Porque al fin y al cabo, y pese a lo útil o divertido de las redes sociales, no todo es de color de rosa

Sobran las palabras

O mejor dicho, las voces.

Cuando hablamos de comunicación la mayoría de la gente piensa que todo se reduce a dos tareas principales: hablar o escribir. Parece como si sólo siendo bueno lanzando un discurso o redactando un texto pudieras considerar que comunicas bien y, aunque hasta cierto punto estas habilidades importan (y mucho) en este ámbito, ¿es eso todo lo que hacemos? ¿Qué es realmente comunicar y cómo interpreta la gente que estamos (consciente o inconscientemente) tratando de transmitir algo?

Personalmente me considero un “observador” de la comunicación. No me centro en palabras escritas u orales, sino que simplemente paseando por la calle veo miles de ejemplos que me llaman la atención. Algunos intencionados, claros y duraderos; otros casuales, esquivos y efímeros, casi expresados en contra de la propia voluntad. Carteles, pintadas o folletos, elaborados con un objetivo más que visible; pero también detalles dejados al azar, por descuido… roces, miradas y gestos que a veces (muchas veces) transmiten incluso más de lo que imaginamos. Estamos rodeados de comunicación a todos los niveles.

Hoy he visto un video elaborado por @Radical.Media y Publicis Mojo que me reafirma en mi concepción de una comunicación sin palabras o, mejor dicho en este caso, sin voces. Hay veces en las que son los gestos, acompañados de pequeños mensajes (transmitidos de una forma u otra), los que se encargan de hacer su trabajo. Pequeñas “conversaciones” como éstas nos dan, a menudo, más información que cualquier charla convencional.


Disfrutadlo.



Fidelizar en tiempos de crisis

No está el horno para bollos. O traducido a términos económicos: no es el momento de grandes inversiones. Lo vemos ya a diario en cualquier empresa. La situación de la economía global está llevando al recorte de gastos en prácticamente todas las partidas. Pero, ¿cómo se traduce eso en lo que a la captación de nuevos clientes y al mantenimiento de los ya existentes se refiere? Está claro que éste es un aspecto que ninguna compañía puede pasar por alto; es más, tal y como está la cosa, es precisamente el punto en el que más deben centrar su atención todos aquellos que aspiren a sobrevivir al caos reinante.

Por lo tanto, ¿qué es más importante ahora? ¿Lanzarse como locos a la búsqueda del nuevo contrato o esforzarse al máximo por mimar a los clientes que ya nos son fieles? Pues según un estudio de Gyro International parece que la estrategia orientada a lo segundo se lleva la palma y, a pesar de que como decimos al principio del post la cosa no está como para tirar cohetes, los presupuestos de marketing orientados a la fidelización aumentan. Tiene sentido si lo pensamos bien, ya que la captación de nuevos clientes supone para la empresa un coste mucho mayor (campañas publicitarias más agresivas, descuentos mayores, regalos y ventajas promocionales, etc., etc.), por no mencionar que el mercado está ya repartido y es altamente competitivo en la mayoría de los sectores.

¿Es por tanto la época de crisis el momento de la fidelización? ¿Podemos pensar que los clientes que conservemos durante la tormenta seguirán ahí (salvo presumible grave error por nuestra parte) cuando escampe y permanecerán frente a nuevos vientos y mareas? Nada es seguro pero, al menos, podemos pensar que si no los perdemos cuando más oportunidades tienen de conseguir una oferta mejor es porque lo que nosotros ofrecemos es lo suficientemente atractivo.

En cualquier caso, esto no significa que debamos centrar nuestra mirada solamente en la actual cartera de clientes, sin preocuparnos por lo que nos pueda llegar de fuera. Más bien debemos tener claro que el éxito radicará en la buena combinación de ambos aspectos, siempre ligada a la maximización del beneficio al menor coste posible: esforzarnos por dar un producto o servicio aún mejor a aquellos que nos siguen desde hace tiempo y, a la vez, tratar de arañar a la competencia ese comprador descontento porque nuestro vecino en el negocio no ha sabido hacer los deberes tan bien como nosotros.

Las redes sociales, más sociales que nunca

Las redes sociales son un fenómeno en expansión consolidado ya en EE.UU. desde hace años, pero que en España ha comenzado a pegar fuerte sobre todo a partir de la creación de Tuenti. Millones de seguidores en todo el mundo confirman que se trata de algo más que una moda: una forma de interconexión entre amigos que además permite conocer gente nueva, y que ha llegado a la red de redes para quedarse.

De todas formas lo que quería destacar hoy, más allá de analizar el fenómeno en sí, es el otro tipo de utilidades que estas redes que no sólo cuentan con entusiastas usuarios sino también con muchos detractores (debido principalmente a los problemas de privacidad derivados de la introducción de datos e imágenes personales), pueden ofrecernos. Utilidades que a veces trascienden el puro ocio para convertirse en verdaderas herramientas al servicio del bien común. Es el caso, sin ir más lejos, de las reacciones surgidas en Tuenti y Facebook tras la reciente desaparición de Marta del Castillo, la joven sevillana de 17 años de la que sigue sin haber noticias.

En este dramático caso las redes sociales muestran, valga la redundancia, su lado más social, más humano y solidario, consiguiendo aunar a miles de usuarios en una causa común: la de ofrecer cualquier pista que pueda conducir al paradero de la joven. Ya no se trata solamente de utilizar una plataforma para pasar el rato chateando con los amigos, enviando mensajes o repasando las fotos de la última noche de fiesta; ahora tenemos también la oportunidad de poner en conocimiento de un amplio sector de la comunidad, a unos altísimos niveles de interconexión, información directa que puede ayudar a resolver un asunto como éste. Mucho más rápido que cualquier otro medio de comunicación y alcanzando directamente a un público con capacidad de respuesta, estas redes se movilizan para ofrecer toda la información posible que ayude a su localización: descripciones, imágenes y hasta videos creados por sus propios amigos.

A nadie le cabe duda de que los problemas con la privacidad en Internet, y no sólo en Tuenti, Facebook o MySpace, puesto que existen multitud de casos más en los que nuestros datos personales son accesibles a terceros sin nuestro consentimiento, son un aspecto innegable y derivado de su uso. Sin embargo, y al menos a mi parecer, si cualquier acción llevada a cabo en una de estas plataformas sirve para que una historia tan triste como ésta encuentre un final feliz, sólo por eso merece la pena que todas ellas tengan su hueco en el ciberespacio.

La frase del día...

“Lo imposible es el fantasma de los
tímidos y el refugio de los cobardes”
(Napoleón Bonaparte)

Publicidad en tiempos de crisis

Que la crisis actual está afectando especialmente a la publicidad no es nada nuevo. Las inversiones en este campo cayeron cerca de un 15% durante el pasado 2008, y el sector se ve gravemente amenazado de sufrir un nuevo descenso de entre el 5% y el 8% durante el presente año. Con este panorama en perspectiva, no es de extrañar que los anunciantes estén nerviosos y que se masque la tragedia en más de una pequeña/mediana agencia.

Sin embargo, dicen los sabios que en tiempos de crisis es cuando surgen nuevas oportunidades, ya que los más inquietos talentos encuentran una vía para demostrar su valía y, a la postre, catapultarse hacia el éxito. Esto es lo que necesita el sector publicitario ahora, y en este sentido me llaman la atención un par de campañas sobre las que habló ayer El Mundo, destinadas precisamente a eso: a no pasar desapercibidas.

Está claro que no hace falta ser una gran multinacional para ofrecer a inversores y público ideas originales y novedosas, sino que basta con que la creatividad se abra camino (ahora también un poco acuciada por la necesidad) para que lleguemos a apreciar el verdadero valor de la publicidad. Así que esperemos que sean muchas las agencias que empiecen a exprimir al máximo sus neuronas, deleitándonos pronto con campañas tan sorprendentes como éstas y, de paso, dando a conocer a las nuevas figuras del panorama publicitario español.

Madpixel y Google redescubren El Prado


Asombroso. Impresionante. Magnífico. Son sólo algunos de los calificativos que se me ocurrieron tras leer hace unos días que esta empresa española llamada Madpixel, con ayuda de la tecnología puesta en práctica a través de Google Earth, acaba de presentar al público 14 de las obras maestras del Museo del Prado en súper alta resolución. Ahora, después de haber navegado personalmente por dichas imágenes utilizando el software del gigante de los buscadores, podría ampliar la lista de adjetivos muchísimo más.

Y es que es sencillamente sorprendente pasear por “Las Meninas” de Velázquez, el “3 de mayo” de Goya o “Las Tres Gracias” de Rubens, y poder descubrir en sus casi 14.000 millones de píxeles, con una resolución entre 100 y 1.000 veces superior a la de una cámara convencional, detalles que antes pasaban prácticamente desapercibidos al ojo humano.

Nada menos que tres meses de intenso trabajo, fotografiando las obras durante la noche para después pasar a las labores de postproducción e integración en el software de Google, resultando todo en un proyecto de enormes dimensiones que, además, estará disponible también desde la aplicación Google Maps en los próximos días.

Sin duda, un ejemplo más de hasta qué punto la tecnología puede ofrecernos una nueva visión de la realidad que nos rodea. Una obra maestra de la modernidad pensada para contemplar de cerca, muy de cerca, a los grandes clásicos.

Agua con sabor a Sevilla

Leo hoy en Diario de Sevilla que Emasesa se lanza a comercializar una botella de agua destinada a introducirse en los restaurante de lujo a través de sus cartas de aguas, así como en las tiendas gourmet de locales comerciales, aeropuertos, estaciones y hoteles. Sin duda toda una apuesta por el marketing orientada a reforzar la presencia de nuestra ciudad, de momento, en el sector de la restauración de tres destinos prefijados: Nueva York, Londres y Dubai. Aunque se espera que éstos sean sólo los primeros.

Para ello Emasesa ha procurado dar un toque característico a este producto, y sin hacer nada nuevo (marcas como Font Vella o Nestlé, entre otras, ya lo han hecho antes) ha querido aportar los sabores y olores que evocan el recuerdo de Sevilla al paladar de los futuros consumidores. Así, serán tres los diferentes tipos de agua que podremos ver pronto a la venta: mandarina, limón y naranja con aroma de azahar. Todo un repertorio de productos de la tierra que se venderá, a través de una botella de cuidado diseño, a 5 euros el litro, aunque en Nueva York podría alcanzar incluso los 20.

Habrá que esperar a ver si la iniciativa tiene éxito no sólo en aquellas ciudades en las que Sevilla cuenta con una imagen atractiva al público, sino también en aquellos otros destinos en los que resulte de interés potenciar la marca de nuestra localidad, buscando hacerla seductora a través de la evocación de algunos de sus sabores y olores más típicos.

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