Sobran las palabras

O mejor dicho, las voces.

Cuando hablamos de comunicación la mayoría de la gente piensa que todo se reduce a dos tareas principales: hablar o escribir. Parece como si sólo siendo bueno lanzando un discurso o redactando un texto pudieras considerar que comunicas bien y, aunque hasta cierto punto estas habilidades importan (y mucho) en este ámbito, ¿es eso todo lo que hacemos? ¿Qué es realmente comunicar y cómo interpreta la gente que estamos (consciente o inconscientemente) tratando de transmitir algo?

Personalmente me considero un “observador” de la comunicación. No me centro en palabras escritas u orales, sino que simplemente paseando por la calle veo miles de ejemplos que me llaman la atención. Algunos intencionados, claros y duraderos; otros casuales, esquivos y efímeros, casi expresados en contra de la propia voluntad. Carteles, pintadas o folletos, elaborados con un objetivo más que visible; pero también detalles dejados al azar, por descuido… roces, miradas y gestos que a veces (muchas veces) transmiten incluso más de lo que imaginamos. Estamos rodeados de comunicación a todos los niveles.

Hoy he visto un video elaborado por @Radical.Media y Publicis Mojo que me reafirma en mi concepción de una comunicación sin palabras o, mejor dicho en este caso, sin voces. Hay veces en las que son los gestos, acompañados de pequeños mensajes (transmitidos de una forma u otra), los que se encargan de hacer su trabajo. Pequeñas “conversaciones” como éstas nos dan, a menudo, más información que cualquier charla convencional.


Disfrutadlo.



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